#historiasdelsapoylamariposa 6
I.
No sé, si antes la cosa era mas difícil o nosotros lo pensabamos así, le dabamos tantas vueltas al asunto que ya parecíamos pollo a la brasa. Hasta el sueño se nos iba de tanto pensar y pensar, y la mayoría de las veces por la timidez que reinaba en nuestra generación, esos momentos solo terminaban plasmados en el slam de ella (el feisbuk de los 90'), a la espera de que se diera cuenta de nuestras intenciones o guardados en el baúl de los recuerdos, en cartas escritas en papel y a mano (si, antes se hacía eso) o en pintas en paredes con mensajes anónimos que solo quedarán en la memoria del pudo ser.
"...hazme el bajo...", "...quieres estar conmigo...", "... déjame pensarlo...", no son los titulos de libros, ni de alguna trilogía de película de moda, eran frases reales que decíamos, en momentos en que las hormonas revueltas te casi obligaban a decir y hacer, al sentir esas "mariposas" revolotear en el estómago y mas allá, al ver pasar a la chica mas linda que tus ojos podían ver en ese momento.
No sé como sera hoy, pero antes si que era difícil, sin la ayuda de san "gugle", de las redes sociales o de un delivery de Rosatel o del mercado Santa Rosa (si si el de las flores). Antes, tenías que armarte de valor y esa preparación tomaba su tiempo. La mayoría de las veces recurrias a tu o a la amiga o amigo de tu "amor" en silencio, para que te de una mano, haciéndote "el bajo", que no era mas que saber por intermedio de esta persona si tu "Maricruz", estaba interesada en "Pancho o en Memo", que? me vas a decir que tú no viste La Quinceañera (yo no seee...), ya pues.
La espera era tensa, muy tensa, te la jugabas, ya que si la respuesta era negativa, corrías el riesgo de que tu amor platónico en un segundo pasé a ser tu amor imposible y eso en algunas ocasiones conllevaba a que estes en boca de todas sus amigas, como el "choteado" (que maléficas que eran en verdad). Aunque, aún te quedaba la opción del, que yo? No, nada que ver?.
Pero, si la respuesta era positiva, eras más feliz que perro con dos colas, ya tenías la cancha pintada, solo tenías que poner en práctica todo lo que venías ensayando por semanas frente al espejo. Aunque, el "solo tenía" era solo un decir, ya que igual se nos hacía más difícil que la tabla del 13 o que alguna fórmula de física nuclear, pero tenías que hacerlo y pronto, porque ese "bajo" también tenía fecha de caducidad si te demorabas mucho.
"...hola, tu crees que podemos hablar a la salida...", Tienen idea de cuánto costaba decir eso?, sudabas como si hubieras corrido tres maratones seguidas y encima tartamudeabas como metralleta y lo peor de todo era, que para hacerlo mas difícil, ellas te respondían, "... Y de que?...", Como que de que... O lo que era peor, te decían "...no puedo, tengo que llegar temprano a mi casa...". Ahí ya te salía la del galán, la de los 20 segundos de valiente, "...te acompaño a tu casa...". Ya estabas encaminado.
"...Me gustas, quieres estar conmigo..." Frase chespiriana (pero mas de chespirito, que del poeta que ahorita no me acuerdo como se escribe) que se usaba para resumir mil palabras que querias decir, pero que no podías por los nervios. Cuántos parques son mudos testigos de este tipo de escenas románticas, y felizmente habian varios parques de camino y si no los habían, "...el vamos por acá..." servía también.
La inocencia fue parte de nuestra juventud, el ponerse rojos de la vergüenza y quedarse callados eran momentos sublimes, no puedo plasmarlo por acá porque no creo que se haya inventado una frase aún que pueda expresar correctamente ese momento, con eso crecimos y no se en que momento se perdió o quizás no, no lo sé, pero el solo recordarlo hace que esas mariposas vuelvan a revolotear, aunque esta vez quizás también sean de hambre, porque ya van a ser las 8 y hay que levantarse...
Quieren saber que respondían? mañana, porque al igual que tomaba su tiempo decirlo, tambien tomaba su tiempo responder...
Continuara...
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