#historiasdelsapoylamariposa 7

 II.

Y si que tomaba su tiempo!!!.

Antes las cosas eran mas lentas, mas pausadas y aunque nosotros pensábamos que ibamos al estilo Spotify, ibamos solo a ritmo de cassettes o hasta de vinilo. No puedo asegurar en que momento hubo ese punto de quiebre, debe ser con eso a lo que llamamos "modernidad" no?. Bueno.

La espera era estresante, aún faltaban algunas horas para la salida, mínimo un par de cursos, que podrían ser hasta los más importantes, pero en verdad en ese momento te importaba poco (o nada). Si tenías tan mala suerte que el profe de turno te preguntaba algo de.. matemáticas, respondías lenguaje o historia. Y si tu "amor" estaba en tu salón, no la dejabas de mirar (hoy fácil te acusarían de acoso, ja), pero todo eso bien valía la pena.

Como dije, ya estabas encaminado, minutos antes de la salida tenías que salir raudo para darte una lavada de cara y una peinada, un "chiclet" en el quiosco y si te alcanzaba la propina, un dulce para tu "futura enamorada", bueno eso era lo que esperábamos.

Ese timbre de salida, era tu timbre de partida, no podías hacerla esperar, tenías que actuar disimuladamente para que nadie o muy pocos se den cuenta. Si ella iba acompañada (esa manía de andar en mancha no a cambiado hasta hoy) tenías que ver cómo "raptarla" y quitarte a toda la jauría (en el buen sentido) de encima. Bueno para eso estaban los amigos, nosotros también sabiamos andar en manada.

Siempre el primer paso era el más importante, esa primera palabra para romper el hielo marcaría esa travesía hacia su casa, no podías quedarte callado, era básico hacerla reir, no decir muchas tonterías que pudieran dar una mala impresión, aunque con lo nerviosos, cualquier cosa podíamos decir.

Sabíamos que no teníamos mucho tiempo (recuerdan que tenía que llegar temprano a su casa, y justo ese día), sabíamos que ella sabía (y lo sabía bien) que me gustaba mucho, sabían que queríamos estar con ellas, sabían que esa acompañada a su casa no era por nada, sabían que el sudor interminable y la tartamudez inoportuna era por algo, lo sabían todo, pero creen que eso las inmutaba o si quiera hacían algo para hacer la situación un poquito mas fácil, NOOO, nada, ni una ayudadita, nada, nos dejaban todo el trabajo a nosotros, se hacían las serías y hasta las distraídas, si le deciamos una frase romántica de las que tanto habíamos practicado frente al espejo, al estilo Jhon Wayne, cambiaban de tema (malvadas).

Llego el momento, su casa estaba a pocas cuadras y el 'vamos por aca' ya no estaba resultando, ya habíamos recorrido todos los parques de la zona y las frases preparadas ya se estaban acabando. Así que, te detenias de improviso en el mejor lugar posible, dabas una gran bocanada de aire, la tomabas de la mano (porque sino fácil se seguían de largo), la mirabas directamente a los ojos, la llamabas por su nombre y le decias la frase chespiriana de la que ya habíamos escrito "...Sabes, me gustas mucho, quieres estar conmigo..." (Ja' ni Jhon Wayne la haría mejor).

Silencio sepulcral, segundos, que lo sentíamos como horas, nerviosismo puro, miradas a otro lado, sonrisas tímidas, caras rojas, un batido de sentimientos nuevos, shttt estabamos enamorados pues y que creen que respondían (lo dejamos para la siguiente, ja no ya, ahi va)... Respondían "... Déjame pensarlo...", "...mañana te respondo..." o "...en estos días te doy la respuesta...", "...no se que decirte ahorita...". Queeeeeee? Que había que pensar?, ya no sabías desde días atrás (recuerdan el bajo) que queríamos estar uds, que la acompañada, que el dulce y que el ataque de nervios era por ese motivo. No te digo que eran maléficas, jajaja.

Ese día ya no podías hacer mas, solo como caballero y dar una buena impresión, la acompañabas hasta lo mas cerca de su casa, y porque no hasta su casa, porque si en ese toque de mala suerte, te veía el papá o los hermanos mayores, te iban a matar, te lo aseguro.

Te despedias con un beso prolongado en la mejilla, si eras mas lanza un beso 'medía luna' (eso me contaron) y la frase "...espero tu respuesta...", solo la mirabas irse, sabías bien que ella era la indicada, te gustaba y más aún cuando en su camino ya sola a casa, volteaba a verte y con la mano te decía ya anda, asuu romanticismo puro. Bueno también habian de las que no volteaban ni para cruzar la pista, pero eso ya es harina de otro costal.

Los dias siguientes eran menos tensos, pero nada tranquilos, ya todos en tu salón y hasta en el colegio sabían que te habías mandado o le 'habias caído' a la del 'A'.

Y la respuesta oficial para cuando, no podías presionar, pero tampoco esperar mucho, algunas veces se daba al día siguiente, otras el fin de semana en la fiesta de turno, cuando a las 12 de la noche tocaba la tandita de baladas y se escuchaban las primeras melodías de 'Heaven' de Bryan Adams (Oh thinkin' about all our younger year...) y corrías como loco a sacarla a bailar.

Tu: "...Bailas...", Ella: "...Si, claro...". Tomabas su mano, la llevabas al centro de la pista de baile, rodeados de todos y tu pensando que de nadie, bañado con la luz lila y la cortadora de moda, ella ponía sus manos en los hombros de él, él las ponía en la cintura de ella, y tenías los 4'3" que duraba la canción para obtener esa respuesta que tanto esperabas.

Ya sabías cuál iba a ser la respuesta, pero igual tenías que volver a preguntarselo, palpitaciones a mil y la respuesta llegaba '... Si, quiero estar contigo...", y la media luna de la despedida de días atras, se convertia en un beso inocente que rogabas nunca acabe. Como lo vuelvo a decir, ni Jhon Wayne.

Lo subsiguiente ya es tema de otro post, recordar esos bonitos momentos es retroceder en el tiempo, yo puedo decir que fue mejor, pero los de esta generación pueden decir que no, y definitivamente ese mal necesario que llamamos "modernidad", hizo que cambiaran y se perdieran bonitas tradiciones, sino en estos momentos no estaria escribiendo y borrando en un celular, sino estaria con mi cuadernillo de hojas bond y mi lapicero faber castell azul, en un largo escrito lleno de borrones y tachas, y que guardaría en el baúl de los recuerdos y que de tanto en tanto saldrían para recordar lo que vivimos en los noventas, bah que vas a saber tu pulpin.